lunes, 26 de mayo de 2008

Crímenes perfectos

A todos nos consuela pensar que no existe el crimen perfecto: que todos los casos de desapariciones misteriosas acaban por resolverse satisfactoriamente (desde un punto de vista policial) y que todos los culpables responderán ante la ley, ante su conciencia o ante alguna autoridad de las postrimerías. De hecho, así nació la idea del juicio escatológico: la comprobación de que el bueno no recibía la debida recompensa, y el malvado, el merecido castigo, llevó primero a pensar que los delitos que se cometían en este mundo podía no pagarlos el que los había cometido, sino sus descendientes. Es la culpa heredada que aparece en la tragedia griega. Como esa idea resulta injusta incluso para una mentalidad primitiva, la siguiente solución fue imaginar que existía un tribunal infalible en el más allá. Resulta extraño comprobar que esta idea, tan disparatada como la anterior, ha tenido sin embargo un éxito arrollador, y que todavía sigue vigente. Luego los cristianos inventaron lo de la conciencia, bastante más eficaz para atormentar almas cándidas, pero que no sé yo si funcionará para las demás. El caso es que, por una o por otra, estoy seguro yo de que el mundo está lleno de espantosos criminales que han perpetrado sus fechorías sin que la policía ni los jueces sepan nada de ellas, que duermen tranquilamente todas las noches y que no irán al infierno (o no les importa demasiado). Yo, sinceramente, prefiero que los pille la policía (y no ser descendiente de ninguno, por si acaso); porque el infierno no sé, pero Carabanchel, existe.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Edgar, todas estas ideas supongo que pertenecen a tu tesis ¿Por qué no la entregas y la lees ya? Llevamos años esperando

Anónimo dijo...

Edgar, Edgar, llevas varios días sin actualizar el blog ¿Será porque estás terminando la tesis?

Alejandra Stackman dijo...

Hola Edgar!!Sinceramente, yo pienso, al igual que tú, que muchos crímenes sin resolver ,sin ir más lejos, multitud de desapariciones que acaban en tragedia. Por otro lado, tampoco tengo yo mucha "fe" en eso del infierno, además, no sé, pero chico, a mí si me hacieran algo malo me gustaría ver al delincuente de turno (que hay a mantas alrededor nuestra) sufrir un poco en esta vida porque en la otra no creo que me entere. Y en cuanto a lo de la conciencia,en esta sociedad yo cada vez veo menos y sin embargo, cada vez más criaturitas pequeñas comportarse como auténticos delincuentes y no sólo me refiero a atentar contra lo material precisamente...En fin, que cada palo aguante su vela...
Por cierto, buena idea lo del vídeo de préstamo de libros a ver si repites!.

Un día de campo

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