No es casualidad. Desde hace unos años, los medios (los occidentales) vienen anunciando el juggernaut chino. No se trata de una simple invasión, sino de una invasión del otro. De un otro inalcanzable y terrible, como Atila, como Jerjes, como Fu Man Chú (y no solos, sino acompañados de un ejército infinito que ya ha comenzado la pérfida e imparable avalancha). Se acabó aquello de ex oriente lux. Ahora, como mucho, lo que llega es mercadería barata y un consumo irresponsable (ja, ja) de nuestras materias primas. Pero, ¿cómo se atreven?
Dos ideas extravagantes son habituales en esta estrategia de progresivo extrañamiento: la de que su idioma es ininteligible para un occidental (lo que revela otra forma de pensar y de sentir) y la de que un extraño carisma late en el corazón de todos los chinos por una herencia milenaria. No digo que uno pueda aprender cantonés en dos días, pero los chinos no son una especie extraterrestre, y cualquiera tiene acceso hoy a estupendas versiones de lo mejor de su arte y poesía (y, doy fe, se entiende perfectamente). En cuanto a la segunda idea, es también muy común cuando se habla de las diferencias entre Europa y Estados Unidos. Se suele decir que Europa es más escéptica porque su experiencia secular de guerras y diversas tragedias ha desengañado a sus habitantes etc., etc., etc.
Vamos a ver: que yo sepa, la experiencia histórica no se transmite a través de los genes ni se va acumulando en la sangre de los descendientes, así que los habitantes actuales de Europa no son más pesimistas que los de hace cien años, ni menos ilusos. Por la misma razón, la cultura china tradicional, por muy milenaria que sea (por favor, localicen lo que dijo Berto hace poco sobre lo de milenario aplicado a los chinos) no hace que los chinos sean más sabios, arteros o malvados. Ahora, eso es exactamente lo que se viene repitiendo durante años, incansablemente, y así llega el día en que pensamos que se nos ha ocurrido a nosotros que los chinos son muy raros, muy astutos y que ya, pero ya, se están preparando para la inminente invasión. De modo que cuando nos dicen que sube el precio del petróleo, que sube el precio de los alimentos, que sube todo, y alguien se pregunta por qué, saltamos como un resorte: "¡Son los chinos, estúpido!".
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Un día de campo
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Un día de campo
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4 comentarios:
Ole Edgar que guapo e intelectual sales en las fotos
gracias por hacerme caso!!
jaja
Un besoo
Hola Edgar!
soy tu alumna preferida pero que por desgracia ya no me das clase... que pena! bueno espero que el año que viene me des jaja! ya sabras quien soy pero bueno, sino lo sabes lo ADIVINAS jaja!
Bueno besos Edgarcin!
Una de las cosas cosas de las que yo, particularmente, les culpo es de la terrible subida del precio de las angulas...En fin, este artículo me ha gustado bastante más...
Edgar!!!!!
madre mia...que foto...ahora mi madre cada vez que yo no quiera estudiar me hara ver esta foto...jajajajjajaja que malo...
bueno el examen era un poco dificil
adios!!!
un beso!!!
a!!
soy de 2ºD...
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