miércoles, 23 de abril de 2008

Libros

Me había prometido no hablar de libros ni de lectura, pero solicito indulgencia. Aunque con algo de retraso, ha llegado a mis manos el Anuario sobre la situación del libro infantil y juvenil 2008, editado por SM, que debería ser lectura obligatoria en todos los niveles de la administración educativa (se publica todos los años: este incluye apartados sobre Argentina, Chile, Brasil, Colombia…). Algunos datos que se incluyen en el informe: en 2006 se publicaron más de 12 000 títulos (¡60 millones de ejemplares!); se facturó un 14% más que el año anterior; el 60% de los hogares tiene menos de 100 libros… Y una conclusión: “A pesar de la creencia generalizada de que los jóvenes apenas leen, los datos de facturación y la información recogida desde diferentes fuentes demuestra que la población menor de 14 años es la más lectora, con un 90, 3% de lectores habituales”.
Cansa decirlo una vez más, pero a pesar de su prestigio, la lectura no nos hace mejores personas. Si tu naturaleza es canalla y perdularia, ningún libro te va a convertir en un probo ciudadano. En realidad, tampoco nos hace más sabios, cultos o inteligentes, que era el consuelo que nos quedaba a los feos. Seguro que tenéis cerca individuos que leen mucho y siguen siendo igual de cretinos; y gente magnífica (con un sentido intuitivo de la belleza y de la justicia que muchos envidiamos) que nunca leerá más que las instrucciones del DVD. Por recomendar algo, ya que parece obligatorio, echad si podéis un vistazo a los diversos anuarios de organismos internacionales que aparecen por estas fechas (Informe sobre el desarrollo de la ONU, el anuario del Worldwatch Institute, el atlas de Le Monde Diplomatique); para los piratas, Historia de la piratería, de Philip Gosse, recién publicada por Renacimiento (Isla de Tortuga); y para los científicos, la biografía de Heisenberg, en Nivola. Que os aproveche.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

La lectura nos acerca a personas interesantísimas, buenísimas y graciosísimas, que nos alegran la vida y sin darnos cuenta se convierten en nuestros mejores amigos.
M. Gómez

Anónimo dijo...

gracias por el apoyo a los que no nos consideramos (o no nos consideran) muy lectores porque, como tu bien has dicho, no nos hace mejores ni peores personas por el mero hecho de leer uno o varios libros.
Y según mi madre de feo nada ee???
un abrazo
Hasta mañana
Marco

Anónimo dijo...

por cierto se me olvidaba comentarte: muy fotogénico el perro.
más que mi madre


Marco

Anónimo dijo...

edgar porque escribes cosas tan aburridas(no lo tengas en cuenta)esque no se como se te ocurren esas cosas tan raras.Mira, empiezo a leer la entrada y cuando ya e leido 5 frases se me nubla la vista del rollo que me metes, aunque yo creo que lo que me ocurre es solo un actoreflejo para no aburrirme.Firmado:Borja Ruiz

Anónimo dijo...

quien es Marco.Firmado:Maria Irazaval(que no a ver si adivinas quien soi)

Anónimo dijo...

hola que te voy a dar ideas

edgar_DUDEC@HOTMAIL.COM

QUEPASA_DUDAS.COM

DIMEDUDITASQUEAHORATELASRESUELVO@HOTMAIL.COM

ADIOOOOOOOOOOOOOOOOS

Anónimo dijo...

hola sabes soi nuevo jejeje

Anónimo dijo...

hola estoi estudiando sintaxis
(que te cagas)aunque saaque buenas notas pero para ir a por el sobresaliente.jaja

Anónimo dijo...

si yo luz fuerra
mas de dos wuebos cogiera pero no te pienses mal profe de gallinas de la era. de buen pienso y sementales gozan desde el nacer asta el morir siempre lo mejor es reir. si las plantas movil tubieran sms a toda pastilla fueran y si este poema a sido d tu agrado no se lo preguntes a a. machado

Un día de campo

Un día de campo
Por aquí suelo pasear

Un día de campo

Un día de campo
Esto está cerca de mi pueblo