Leoncio, hijo de Aglayón, subía del Pireo por la parte
exterior del muro del norte cuando advirtió unos cadáveres que estaban echados
por tierra al lado del verdugo. Comenzó entonces a sentir deseos de verlos, pero
al mismo tiempo le repugnaba y se retraía; y así estuvo luchando y cubriéndose
el rostro hasta que, vencido de su apetencia, abrió enteramente los ojos y,
corriendo hacia los muertos, dijo: "¡Ahí los tenéis, malditos, saciaos del
hermoso espectáculo" (trad. José Manuel Pabón y Manuel
Fernández-Galiano).
Bien, no es el único pasaje de la literatura griega en el que se advierte cierta intuición del inconsciente (Platón es un gran psicoanalista avant la lettre; en otro momento hablaré de Eurípides), pero resulta muy actual, porque el sentimiento no ha cambiado nada en 2 500 años. Creo sinceramente que la lucha contra esta atracción morbosa debe ser incansable, y creo que los medios deben ser la vanguardia del combate. Los sentimientos de Leoncio son comprensibles, pero el comportamiento de los periodistas no admite disculpa.
Nussbaum ha construido una filosofía de los sentimientos, y la vergüenza es uno de los que trata con más detalle. En El ocultamiento de lo humano habla de cómo muchas veces la humanidad y la civilización se han definido por su capacidad de reprimir funciones corporales y tendencias 'salvajes', pero eso tampoco nos ha llevado muy lejos. La influencia platónica (esta separación radical entre el cuerpo y el alma) ha sido en este sentido extremadamente perniciosa y todavía estamos liberándonos de ella.
En otro momento del mismo libro, la autora menciona cómo la deshumanización del nazismo, que ha acabado convertido en una maligna abstracción, como los malos de un videojuego, no es una buena estrategia para conocer el proceso que acabó en el Tercer Reich. Porque, viene a decir Nussbaum, lo terrible de aquella experiencia es que los que cometieron los crímenes no eran demonios ni abstracciones, sino gente normal en unas circunstancias determinadas. Si no entendemos eso, corremos el riesgo de repetir los mismos errores.
En fin, en todo este tema uno no puede evitar cierta sensación de decadencia, de estar asistiendo al desmoronamiento de un imperio. La única esperanza son los bárbaros, que ahora llegan en patera.
2 comentarios:
Hola Edgar, creo que tienes mucha razón en que todos somos un poco masocas y cuando nos enteramos de un acto tan cruel como el que ha salido en prensa estos días de Austria queremos saber todos los detalles posibles y especulamos un montón de respuestas: ¿ La madre- esposa estará involucrada?,y ¿si se hubiese muerto este " Caballero" , qué hubiese pasado con los pobrecillos de sótano?. En fin, esta noche yo he entrado a internet por 2 razones: 1º.- Entrar y conocer tu "blog" (creo que se escribe así) . 2º.- Meterme por la red a curiosear sobre el caso de Austria. Creo que me ha gustado muchísimo más tu página y sobre el tema de Austria ya lo miraré mañana. Muchas felicidades por tu "blog" , me ha encantado y estate seguro que lo visitaré con frecuencia. Tu perro es precioso, ¿se podrá hacer amigo del mío?, jajaja. Un saludo y de nuevo: Felicidades, está genial lo que escribes por aquí.
hola edgar a ver si visitas un poco mas tu blog que esta un poco anticuado jeje sabes quienes somos... pues claro Maite y maitane las de 1º eso a jeje ya nos veras en clase...y ponnos un positivo jeje bueno adios.
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