domingo, 31 de agosto de 2008

Superstición

La diferencia entre la magia y la ciencia es una mera cuestión de actitud, de honradez intelectual; así pues, un mago que realmente creyera en la validez de sus expedientes no se distinguiría demasiado de un científico del MIT (más que nada por la parafernalia instrumental); la magia y la superstición son hermanas de la ciencia, la gemela que ha conseguido prosperar, que quiere olvidar sus orígenes y les niega saludo. Todos los esfuerzos de los teóricos e historiadores de la ciencia por separar "lo científico" de "lo mágico / irracional", todo aquello de la falsabilidad, la posibilidad de reproducir experimentos en condiciones similares, todos los afanes de Popper y Lakatos por encontrar un criterio objetivo que permitiera separar LA VERDAD de la masa pegajosa de la incredulidad y la superstición, no ha servido de nada: ¿quién puede refutar cualquier proposición de la física del último siglo? ¿Y de las matemáticas? ¿Cuántas personas? ¿Cuántos pares reconocidos? ¿Cuántas de ellas son reproducibles en un laboratorio? ¿Quién es capaz de vigilar que no se cometan fraudes? Uno cree en la resolución del Teorema de Fermat igual que cree en la existencia de unicornios, por simple y mera fe, y su objeto es igual de ficticio en ambos casos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como Santo Tomás. Si no meto el dedo en la llaga, no me lo creo.

Anónimo dijo...

edgar el examen d mañana facil plisss

Un día de campo

Un día de campo
Por aquí suelo pasear

Un día de campo

Un día de campo
Esto está cerca de mi pueblo